En Túnez, los solicitantes de asilo, que en su mayoría provienen de la región del África subsahariana y se ven obligados a vivir en campamentos de tiendas de campaña improvisados, están languideciendo bajo una sofocante ola de calor con temperaturas que alcanzan los 50 grados Celsius. Mientras tanto, decenas de migrantes que fueron acorralados por las autoridades de Túnez y quedaron varados en una desolada zona militarizada de la frontera tunecina con Libia han descrito las terribles condiciones que deben enfrentar en medio de la ola de calor. Muchos de ellos han estado varados allí durante al menos dos semanas sin comida, agua potable fresca ni refugio para protegerse de las altas temperaturas. Estas fueron las palabras expresadas por un solicitante de asilo de Nigeria.
Solicitante de asilo: “No tenemos comida ni agua. Aquí nos cosifican, nos maltratan. Aquí hay serpientes, no hay dónde dormir ni nada para comer. Pedimos a la ONU que venga a ayudarnos. Aquí estamos sufriendo crueldad. Miren cómo se nos ha infectado la piel. No recibimos tratamiento ni comida. Nos han estado tratando con malicia, lo cual está muy mal”.