El congresista del estado de Texas Greg Casar realizó el martes una huelga de sed de ocho horas en las escalinatas del Capitolio de Estados Unidos, en Washington D.C., para remarcar la necesidad de que se implemente una norma federal que proteja a los trabajadores del calor en el lugar de trabajo, que incluya descansos obligatorios para que los trabajadores puedan beber agua. Funcionarios electos, trabajadores y activistas se pronunciaron a favor de la legislación y exigieron que se implementen protecciones contra el calor para jornadas que son calurosas, húmedas, y en las que las temperaturas superan los 26 grados Celsius. Estas fueron las palabras expresadas por Fernando Arista, un electricista de la ciudad de Austin que habló en contra de una ley de Texas recientemente aprobada que prohíbe los descansos para beber agua.
Fernando Arista: “Los defensores de este proyecto de ley hablan de negocios. Dicen que esto ayudará a las empresas y a la economía de Texas. Bueno, los trabajadores formamos parte de la economía de Texas. Y si [este proyecto de ley] va a ayudar a las empresas, lo hará a costa de la explotación de los trabajadores”.
En Estados Unidos mueren hasta 2.000 trabajadores por año debido a la exposición al calor.
En noticias relacionadas, los centros penitenciarios de Texas recientemente aumentaron un 50% el precio del agua embotellada que se vende en los economatos mientras la población carcelaria soporta una implacable ola de calor sin aire acondicionado. Los reclusos dicen que tienen que comprar agua porque el agua del grifo no es segura, una persona comparó el agua del grifo con el agua de las alcantarillas.
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