En Israel, decenas de miles de manifestantes salieron a las calles de Tel Aviv el miércoles por la noche luego de que el jefe de la policía de la ciudad, Ami Eshed, anunciara su renuncia debido a la presión ejercida por altos funcionarios del Gobierno israelí. Eshed afirmó que prefería renunciar a su cargo antes que cumplir con las demandas de los miembros del gabinete, quienes le exigieron reprimir violentamente a los manifestantes que se oponen a una propuesta del Gobierno de extrema derecha de Benjamin Netanyahu que limitaría de manera drástica las potestades del Poder Judicial de Israel. Estas fueron las palabras expresadas el miércoles por uno de los manifestantes.
Alon Sternberg: “Estoy aquí hoy porque soy un israelí que se preocupa por la democracia. Si el Gobierno decidió destituir al jefe de policía de Tel Aviv simplemente porque este consideró que es legal protestar, creo que esto es un paso más para que Israel se convierta en un Estado no democrático”.
No se registraron grandes protestas en Israel por la incursión que las fuerzas armadas israelíes llevaron a cabo esta semana durante dos días en la ciudad de Yenín, que causó la muerte de doce palestinos, incluidos cuatro menores, destruyó viviendas y obligó a miles de personas a abandonar sus hogares.
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