En Rusia, al menos dos personas resultaron heridas el lunes cuando los sistemas de defensa aérea rusos derribaron cuatro drones ucranianos cerca de la ciudad de Moscú. Debido a los ataques, las autoridades de los cuatro principales aeropuertos de Moscú suspendieron el tráfico aéreo y cancelaron decenas de vuelos. Por otra parte, un dron ucraniano destruyó un bombardero supersónico ruso que se encontraba en una base aérea ubicada al sur de la ciudad de San Petersburgo. Mientras tanto, los Gobiernos de Dinamarca y Países Bajos se han comprometido a entregar a Ucrania aviones de combate F-16 de fabricación estadounidense, después de que el Gobierno de Biden aprobara recientemente dichas entregas. El lunes, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, viajó a la ciudad de Copenhague, donde se dirigió ante una gran multitud de partidarios en las escalinatas del Parlamento danés.
Presidente Volodymyr Zelensky: “Queridos amigos, hoy estamos seguros de que Rusia perderá esta guerra”.
El viaje de Zelensky se produce al tiempo que el periódico The New York Times informa que unos 500.000 soldados rusos y ucranianos han fallecido o resultado heridos en los 18 meses transcurridos desde la invasión rusa de Ucrania, una cifra que no incluye a los civiles que han muerto o resultado heridos en dicha guerra. El periódico citó como fuente para dichas cifras a funcionarios estadounidenses cuyas identidades no han sido reveladas. Dichas fuentes estiman que 120.000 soldados rusos y 70.000 soldados ucranianos han muerto en combate.
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