Israel ha intensificado sus bombardeos y ataques terrestres contra el centro y sur de la Franja de Gaza. Decenas de personas murieron en una serie de ataques nocturnos, incluso en la llamada “zona segura” de la ciudad de Rafah. En los territorios ocupados de Cisjordania, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se reunió este miércoles en Ramala con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, al tiempo que un grupo de manifestantes que se congregaron frente al edificio condenaron la financiación y el respaldo de Estados Unidos a los devastadores ataques de Israel contra Gaza, que, en poco más de tres meses, ya se han cobrado la vida de más de 23.000 palestinos. El martes, Blinken se reunió con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para reafirmar el “vínculo único” que une a ambos países y abogar por una resolución regional “que incluya un camino hacia un Estado palestino”. Blinken habló con la prensa desde Tel Aviv.
Secretario de Estado Antony Blinken: “Queremos que esta guerra termine lo antes posible. Se han perdido demasiadas vidas, ha habido demasiado sufrimiento. Pero es vital que Israel logre su objetivo legítimo de garantizar que no vuelva a ocurrir lo que ocurrió el 7 de octubre. […] En las reuniones de hoy, también fui muy claro: los civiles palestinos deben poder regresar a sus hogares tan pronto como las condiciones lo permitan. No se los debe presionar para que abandonen Gaza”.
Asimismo, Blinken también rechazó la demanda por genocidio que Sudáfrica presentó contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia, que comienza a tratarse en los tribunales el jueves 11 de enero, por considerar que dicha acusación “carece de mérito”.
Mientras tanto, 1,9 millones de habitantes de Gaza, un asombroso número que equivale a más del 85% de la población del territorio, se han visto obligados a abandonar sus hogares. Estas fueron las palabras expresadas por Abdel Jaber Mohammed al-Farra, un niño de ocho años de Jan Younis que se vio obligado a huir de su hogar con su padre y su hermano menor.
Abdel Jaber Mohammed al-Farra: “Nosotros vivíamos de forma segura. Ahora estamos en la calle, sin tienda de campaña ni nada. Nos quedamos en la calle. No tenemos un lugar a dónde ir ni nada. […] Nunca en mi vida había visto bombardeos como estos. Yo estaba cursando el tercer grado. No pude terminar mi año escolar. Esto es algo que nunca había visto en mi vida. […] La situación es muy trágica. Pedimos a todos los países que envíen ayuda, que abran el paso fronterizo de Rafah, que hagan llegar toda la ayuda [que necesitamos], que pongan fin a la guerra y a la injusticia de la cual somos víctimas”.
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