Irán vive este jueves un día de luto tras las dos explosiones ocurridas el miércoles en la ciudad de Kerman, en las que murieron al menos 84 personas y más de 280 resultaron heridas. Las explosiones se produjeron cerca de la tumba del general iraní Qassem Soleimani, donde cientos de iraníes se habían congregado para conmemorar el cuarto aniversario de su muerte a manos de Estados Unidos. Hasta el momento, nadie ha reivindicado la autoría de los ataques. El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, afirmó que la respuesta será contundente.
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