Los científicos advierten que el empeoramiento de los incendios forestales, la deforestación y el aumento de las temperaturas en las próximas décadas podrían destruir de manera permanente el ciclo del agua que sustenta grandes porciones de la selva amazónica. En un estudio publicado esta semana por la revista Nature, los investigadores afirman que entre el 10% y casi la mitad del ecosistema del Amazonas corre el riesgo de pasar de selva tropical a sabana para el año 2050, a menos que la deforestación se reduzca drásticamente y se tomen medidas urgentes para frenar los peores impactos del aumento de la temperatura global. Estas fueron las palabras expresadas por uno de los autores principales del estudio, Bernardo Flores, investigador de la Universidad de Santa Catarina en Brasil.
Bernardo Flores: “Una vez que crucemos este punto de inflexión, tal vez ya no podamos hacer nada más, y entonces será inútil detener la deforestación, o intentar detenerla. Quizás ni siquiera podamos hacerlo, porque el bosque desaparecerá por sí solo. Por tanto, es hora de emitir una alerta roja”.