En Rusia, el número de muertos por el ataque que se produjo el viernes en una popular sala de conciertos de la ciudad de Moscú ha ascendido a 137. Las autoridades dicen que un grupo de hombres armados abrió fuego durante una actuación de una banda de rock, que tenía todos sus asientos vendidos, y luego prendió fuego a parte de la sala de conciertos Crocus City Hall, el lugar donde se estaba realizando el evento. Asimismo, más de 100 personas resultaron heridas durante el ataque, muchas de las cuales se encuentran en estado crítico.
Las autoridades de Rusia han detenido a once personas, incluidos cuatro hombres de Tayikistán, quienes presentaban indicios de haber sido brutalmente golpeados, probablemente durante los interrogatorios, cuando comparecieron este lunes ante un tribunal. Uno de ellos, que estaba en una silla de ruedas, aparentemente perdió el conocimiento durante la audiencia. La agencia de noticias Reuters informa que es probable que el sospechoso haya perdido un ojo. Un grupo afiliado al Estado Islámico, el grupo armado ISIS-K, se atribuyó la responsabilidad por lo sucedido y publicó un video del ataque. Las autoridades rusas han sugerido que Ucrania estuvo involucrada en el hecho, una afirmación que el Gobierno ucraniano niega rotundamente.
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