El Gobierno de Haití ha extendido el estado de emergencia hasta abril. Funcionarios de la ONU advierten que el sistema de salud de Haití está “al borde del colapso” a causa de la escasez de personal, equipos y otros recursos que son necesarios para tratar a un número creciente de pacientes heridos, debido a que los grupos criminales que exigen la renuncia del primer ministro haitiano, Ariel Henry, siguen perpetrando actos de violencia. Muchas personas también han denunciado violencia policial contra los residentes locales.
Marckenson: “La situación en el país es crítica. La gente ya no puede dedicarse a sus asuntos. Nuestros hijos e hijas ya no pueden ir a la escuela. Los comerciantes no pueden ir al mercado. Nadie puede moverse por el país. Hace poco, una granada de gas lacrimógeno que la policía lanzó le cayó a un periodista en el ojo. La policía mata a estudiantes y activistas. Hoy, la policía está interrogando a los activistas. Tenemos un primer ministro. No sabemos si está vivo o muerto porque no ha aparecido”.
Ariel Henry aún no ha regresado a Haití. Según se informa, se encuentra varado en Puerto Rico, adonde llegó tras su viaje a Kenia.