Israel ha lanzado un ataque militar a gran escala contra Irán, en el que murieron civiles, científicos nucleares y altos funcionarios militares. Fue el ataque más mortífero contra el país en décadas. Irán respondió lanzando drones contra Israel. El ataque israelí, no provocado, fue calificado por su Gobierno como un “ataque preventivo” y tuvo lugar pocos días antes de la fecha programada para una nueva ronda de conversaciones entre Irán y Estados Unidos para un acuerdo nuclear. Según el analista nacido en Irán Trita Parsi, el Gobierno de Trump parece haber estado coordinando con Israel para “ganar influencia en las negociaciones” con el fin de obligar a Irán a “capitular” y aceptar el desarme nuclear. Queda por verse si esta táctica tendrá éxito, aunque tanto Parsi como el periodista israelí Gideon Levy sostienen que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, le está apostando a que no funcione. Hace mucho tiempo que Netanyahu viene expresando su voluntad de librar una guerra con Irán y probablemente espera arrastrar a Estados Unidos a un gran conflicto regional. “Este ha sido el proyecto de su vida”, dice Levy.
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