Estados Unidos le ha dicho a Francia que ya no espiará a sus líderes, después de las revelaciones de WikiLeaks. Documentos publicados esta semana demuestran que la Agencia de Seguridad Nacional espió al presidente François Hollande y a dos de sus predecesores de 2006 y 2012. Según los documentos, Estados Unidos espió y grabó las conversaciones de los teléfonos celulares de los presidentes. En la Casa Blanca, el secretario de prensa Josh Earnest dijo que el presidente Obama le aseguró a su homólogo francés François Hollande que el espionaje se ha terminado.
Earnest enunció: “El presidente fue muy claro acerca de que Estados Unidos no espía ni espiará las comunicaciones del presidente de Francia y esto se condice con la conversación que el presidente Obama mantuvo con el presidente Hollande durante la visita de Hollande a Washington D.C. el año pasado, hace poco más de un año. Hemos sido muy claros con respecto a que solamente se realizan actividades de inteligencia extranjera cuando involucran un interés de seguridad nacional específico y verificado”.
Francia denunció el espionaje, al que calificó de “inaceptable”. Hollande convocó una reunión de emergencia con sus ministros el miércoles al tiempo que su gobierno citó a declarar a la embajadora de Estados Unidos. Durante una conferencia de prensa, el secretario de Estado John Kerry sostuvo que las revelaciones de espionaje se basan en “un documento viejo”.
Kerry declaró: “Se trata de un documento viejo de WikiLeaks, ni siquiera conozco la fecha específica a la que hace referencia, solo les digo categóricamente que ya no espiamos ni espiaremos las conversaciones de ningún presidente amigo, ni de nadie, que yo sepa, y definitivamente no espiamos, y no espiaremos en el futuro, al presidente Hollande ni a ministros de Francia, eso no ocurre”.