Continúan las redadas masivas del Servicio de Inmigración en todo Estados Unidos. En el estado de Tennessee, más de 100 personas fueron arrestadas durante un operativo conjunto entre agentes de inmigración y la Patrulla de Carreteras. Activistas en defensa de los derechos humanos afirman que la Patrulla de Carreteras está ayudando a agentes federales a discriminar por motivos raciales a los residentes de Tennessee, intimidar a las personas para que se autodeporten y avivar el miedo en las comunidades de inmigrantes.
En la ciudad de Worcester, estado de Massachusetts, cientos de miembros de la comunidad se congregaron el domingo para protestar por la reciente detención de al menos dos residentes a manos de agentes de inmigración, un hecho que ha generado indignación en las redes sociales. Entre otras cosas, las imágenes de video del caótico arresto muestran el momento en que la policía inmoviliza a la angustiada hija de una mujer detenida y le empuja el rostro contra el suelo mientras ella grita.
Asimismo, aumentan los informes de redadas del Servicio de Inmigración en el estado de California, incluido en localidades de trabajadores agrícolas como Oxnard, donde agentes federales rodearon la semana pasada a un padre de familia indocumentado y a sus dos hijos en una camioneta y posteriormente detuvieron al hombre y lo obligaron a dejar a sus hijos atrás.
Todo esto ocurre al tiempo que jueces advierten que los planes de deportación masiva impulsados por Trump están socavando el derecho al debido proceso y otros derechos fundamentales. El juez federal de distrito J. Harvie Wilkinson, designado por el expresidente Ronald Reagan, advirtió al respecto: “Si hoy el Ejecutivo afirma que tiene el derecho a deportar sin el debido proceso y sin respetar las órdenes judiciales, ¿qué garantía habrá mañana de que no deportará también a ciudadanos estadounidenses y luego se negará a asumir la responsabilidad de traerlos de vuelta a casa?”.