Por otra parte, en Maine, los votantes aprobaron una iniciativa popular que transformará la forma en que se llevan a cabo las elecciones en ese estado y abrirá las puertas a candidatos de otros partidos, además de los dos mayoritarios. La medida aprueba la votación por orden de preferencia, lo que significa que la población puede votar según el orden en que prefiere a los candidatos. Si no gana el candidato que prefirieron en primer lugar, su voto pasa automáticamente al que escogieron en segundo lugar, y así sucesivamente. Maine se transformó así en el primer estado del país en aprobar este estilo de votación, que se aplicará tanto a elecciones estatales como federales.
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