En el Capitolio estadounidense, los demócratas del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes interrogaron el miércoles a Ken Cuccinelli, el más alto funcionario de Inmigración del Gobierno, sobre las medidas de su agencia para deportar a los inmigrantes que están recibiendo tratamiento médico para salvar sus vidas, incluyendo niños y bebés.
En septiembre, tras la protesta pública, los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos revocaron su decisión de poner fin a las deportaciones aplazadas de inmigrantes con problemas graves de salud. En la audiencia del miércoles, el congresista demócrata por el estado de Missouri William Clay presionó a Cuccinelli —director interino de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración— sobre los casos de padres de bebés recién nacidos en estado de salud crítico a quienes se les dijo que tenían 33 días para salir de Estados Unidos o serían deportados.
Congresista William Lacy Clay: “¿Usted quiere que abandonen el país? ¿Que empaquen sus cosas, tomen a sus hijos y se vayan?”.
Ken Cuccinelli: “O lo hacen o presentan su caso en el proceso de inmigración, si corresponde, para quedarse”.
Congresista William Lacy Clay: “¿Todo esto mientras están en nuestro país intentando, esperando y rezando para salvar la vida de sus hijos?”.
Ken Cuccinelli: “Es por eso que la acción diferida sigue existiendo en otras partes del Departamento de Seguridad Nacional”.
Congresista William Lacy Clay: “¡Qué cruel! ¡Qué cruel! ¿En serio? ¿En serio? Es increíble. No tengo nada más que decir”.