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El seleccionado de fútbol femenino de EE.UU. hizo historia al salir campeón por cuarta vez del Mundial de Fútbol Femenino, con una derrota a Holanda por 2 tantos a cero, el domingo 7 de julio en Lyon, Francia. La victoria del seleccionado femenino estadounidense se produjo apenas unos meses después de que las integrantes del seleccionado de 2015 entablaran una demanda judicial contra la Federación Estadounidense de Fútbol por discriminación de género. Tras la victoria, el público empezó a cantar “igual paga”, en solidaridad con las demandas del equipo para recibir el mismo salario que sus pares masculinos. El premio en dinero para el Mundial de Fútbol Femenino este año es apenas de $30 millones de dólares, comparados con los $400 millones para el Mundial de Fútbol Masculino en 2018. La cocapitana Megan Rapinoe recibió el Balón de Oro y el Botín de Oro como mejor jugadora y goleadora. Rapinoe fue el centro de atención durante el torneo. Antes de los partidos se rehusaba a cantar el himno nacional y a ponerse la mano en el corazón. Además, estuvo en los titulares de noticias por afirmar que se rehusaría a ir a la Casa Blanca si la invitaban.
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que le hicimos (en inglés) a Shireen Ahmed y Amira Rose Davis. Ahmed es una activista de los deportes reconocida que se concentra en las deportistas musulmanas. Davis es profesora asistente de historia y estudios afroestadounidenes en la Universidad del Estado de Pensilvania.
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