El número de muertos en la masacre del sábado en un supermercado Walmart de El Paso, Estados Unidos, ha aumentado a 22 personas después de que dos víctimas más murieran el lunes. El atacante había publicado en línea un manifiesto racista y contra los inmigrantes 20 minutos antes del tiroteo. Horas después de la masacre en Texas, otro atacante mató a disparos a nueve personas en Dayton, Ohio, y dejó a docenas de heridos. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se dirigió a la nación el lunes y llamó a los estadounidenses a “condenar el racismo, la intolerancia y la supremacía blanca”.
En su manifiesto, el tirador de El Paso decía: “[Estoy] defendiendo a mi país de la sustitución cultural y étnica provocada por una invasión”. En lo que va del año, la campaña de reelección de Trump ha publicado más de 2.000 anuncios en Facebook que incluyen la palabra “invasión”, en referencia a los migrantes. Trump también ha usado repetidamente este término en sus discursos. El Bloque Hispano del Congreso le pidió a Trump el lunes que dejara de usar “la palabra ‘invasión’” para referirse a las comunidades de inmigrantes y refugiados. Trump atribuyó la culpa de los tiroteos masivos a los videojuegos violentos, las enfermedades mentales y los “oscuros rincones de internet”.
Donald Trump dijo: “Las enfermedades mentales y el odio aprietan el gatillo, no las armas”.
Trump no pidió cambios importantes en las leyes de control de armas de Estados Unidos, pero a primera hora escribió en Twitter: “Los republicanos y demócratas deben trabajar en conjunto y aprobar [la implementación de] una verificación de antecedentes más estricta, tal vez uniendo esta legislación con la reforma migratoria que se necesita desesperadamente”.
En su discurso, Trump también pidió la pena de muerte para los que cometen tiroteos masivos. El mes pasado, el Departamento de Justicia anunció que el gobierno federal reanudaría la pena capital después de casi dos décadas de que se abandonara esta práctica.
Al finalizar su discurso televisado, Trump se equivocó al nombrar la ciudad de Ohio en donde ocurrió el tiroteo el domingo diciendo: “Que Dios bendiga la memoria de los que perecieron en Toledo”. El tiroteo ocurrió en la ciudad de Dayton.
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