En la ciudad de Washington D. C., al menos cuatro personas fueron apuñaladas el sábado cuando miles de partidarios de Trump que no llevaban mascarilla se congregaron en una manifestación en la Explanada Nacional para exigir la revocación de la victoria electoral de Joe Biden. La policía acordonó áreas del centro de la ciudad y reprimió con gas pimienta y porras a los contramanifestantes que se congregaron para mostrar su oposición a los partidarios de Trump. Al menos 33 personas fueron arrestadas durante los incidentes.
Los apuñalamientos ocurrieron minutos después de que integrantes del grupo de extrema derecha Proud Boys arrancaran una pancarta de Black Lives Matter que estaba colocada en una de las iglesias afroestadounidenses más antiguas de Washington y la prendieran fuego en el medio de la calle. Otra iglesia de la comunidad afroestadounidense también fue blanco de vandalismo durante las protestas. En uno de los debates de octubre con Joe Biden, el presidente Trump hizo un llamado al grupo Proud Boys y les dijo que “retrocedan y estén a la espera”.
El organizador del movimiento Black Lives Matter en Washington D. C. Anthony Lorenzo Green habló sobre la violencia de la manifestación del sábado en una conferencia de prensa.
Anthony Lorenzo Green: “Nuestra alcaldesa y nuestro departamento de policía permitieron que los supremacistas blancos derribaran y destruyeran propiedades de una iglesia afroestadounidense, que las quemaran, que retrocedieran y las observaran arder hasta las cenizas. La policía de Washington D. C. no nos mantiene a salvo. Muriel Bowser no nos mantiene a salvo”.
Mientras tanto, en el estado de Washington, el sábado, la policía arrestó a un partidario de extrema derecha de Trump después de que presuntamente le disparara a un contramanifestante antifascista cuando se llevaban a cabo manifestaciones rivales en la capital del estado, Olimpia.
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