El brote de coronavirus ha afectado duramente a los trabajadores de la industria alimenticia y se reporta un vertiginoso aumento en los casos de coronavirus en varias plantas de procesamiento de carnes. En la ciudad de Sioux Falls, en el estado de Dakota del Sur, una planta de procesamiento de carne de cerdo perteneciente a la empresa Smithfield Foods cerró después de que casi 240 trabajadores dieron positivo en las pruebas de diagnóstico del virus, lo que representa más de la mitad de los casos activos de COVID-19 en el estado. En una planta de la empresa Cargill Meat Solutions, en el estado de Pensilvania, 130 trabajadores dieron positivo por COVID-19 y muchos otros se reportaron enfermos.
En otra parte de Pensilvania, un representante sindical en el matadero JBS Beef murió el viernes pasado tras contraer coronavirus. Asimismo, se han reportado muertes de trabajadores de mataderos en los estados de Georgia y Colorado. Muchas instalaciones de procesamiento de carne emplean a un gran número de inmigrantes, entre ellos trabajadores indocumentados. El director ejecutivo de Smithfield advirtió que la pandemia pondrá el suministro de carne de Estados Unidos “peligrosamente cerca del límite [de su capacidad]”.