Cada vez son más las peticiones para que se arreste a los agentes de policía de Louisville, en el estado de Kentucky, implicados en la muerte de Breonna Taylor, la afroestadounidense de 26 años de edad que murió tras ser baleada por la policía en su propio apartamento en marzo. El miércoles, el Departamento de Policía finalmente publicó su informe del incidente de esa noche, pero el informe está casi totalmente en blanco. El documento indica que Taylor no tuvo “ninguna” lesión, a pesar de que recibió ocho disparos. El informe afirma que la policía no forzó la entrada, aunque los oficiales usaron un ariete para derribar su puerta.
Mientras tanto, la Policía de Louisville está investigando acusaciones de agresión sexual contra Brett Hankison, uno de los oficiales que le disparó a Taylor. Dos mujeres han afirmado que las agredió sexualmente después de llevarlas a su casa en su vehículo policial.