En el este de Polonia, guardias fronterizos dispararon gases lacrimógenos y cañones de agua el martes contra cientos de solicitantes de asilo que intentaban abrirse paso a través de una cerca con alambre de púas erigida a lo largo de la frontera entre Polonia y Bielorrusia. Algunos de los refugiados respondieron arrojando palos, piedras y botellas a los soldados, que llevaban equipo antidisturbios. Muchos de los migrantes han pasado semanas soportando temperaturas heladas en campamentos precarios con la esperanza de llegar a la Unión Europea para solicitar asilo.
El lunes, la Unión Europea amenazó con imponer nuevas sanciones contra Bielorrusia y acusó al país de alentar a los migrantes a cruzar a Polonia en represalia por las sanciones que le fueron impuestas anteriormente por reprimir las protestas a favor de la democracia.
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