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En el marco del vigésimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre, activistas están pidiendo al Congreso de Estados Unidos que abra un camino para que se otorgue la residencia legal en el país a cerca de 2,000 inmigrantes que se desempeñaron como socorristas y trabajadores de limpieza en la zona cero. Se estima que 6.000 inmigrantes indocumentados participaron en las tareas de recuperación después los atentados, pero en muchos casos no buscaron ayuda médica ni dieron a conocer sus síntomas para los registros por miedo a la deportación. Hablamos con Rosa Maria Bramble Caballero, trabajadora social clínica que hace 15 años viene acompañando a trabajadores inmigrantes por este tema. Caballero señala que las y los trabajadores indocumentados se expusieron a toxinas y “sacrificaron sus vidas” para ayudar con la limpieza y, 20 años después, todavía carecen de reconocimiento y asistencia médica. El acceso a la ciudadanía “no solo sería una forma de valorar su trabajo, sino que también les ayudaría a tener opciones de otros tipos de trabajo”, afirma. “Realmente estas personas no han sido honradas como lo merecen”.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Rosa Maria Bramble Caballero.
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