En Brasil, al menos 18 personas han muerto tras una incursión de cientos de policías fuertemente armados en Alemão, un vecindario pobre de Río de Janeiro. Testigos del hecho afirmaron que oficiales enmascarados respaldados por vehículos blindados y helicópteros dispararon balas sobre una amplia zona del vecindario durante 12 horas el jueves, provocando la muerte de al menos una persona inocente que se encontraba en el lugar y dejando varias personas heridas que no recibieron atención médica. Este es el más reciente de una serie de operativos policiales mortales en las comunidades pobres de Río de Janeiro, que, según la policía, tienen como objetivo combatir a grupos del crimen organizado. La Defensoría Pública de Río de Janeiro dijo que había indicios de que se cometieron graves violaciones a los derechos humanos durante el operativo policial. Estas fueron las palabras expresadas por Gilberto Santiago Lopes, integrante de la Comisión de Derechos Humanos de Anacrim.
Gilberto Santiago Lopes: “La policía no ayudó a los heridos. Las personas heridas tuvieron que ser transportadas en una carretilla de mano y luego los residentes tuvieron que detener un automóvil para llevarlas al hospital. Aducen que son criminales y que no merecen la ayuda que necesitan. La gente está siendo deshumanizada”.
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