En Afganistán, la exdiputada Mursal Nabizada murió en un ataque que hombres armados perpetraron en su casa de la ciudad de Kabul. En el ataque también murió uno de sus guardaespaldas, mientras que su hermano y otro guardia resultaron heridos. Nabizada fue elegida en 2019 para representar a Kabul y permaneció en el cargo hasta que los talibanes tomaron el poder en agosto de 2021. Su muerte se produjo en medio de un operativo de represión masiva de los derechos de las mujeres y las niñas que llevan adelante los talibanes.
Durante el fin de semana, la organización benéfica Save the Children informó que reanudó un pequeño porcentaje de sus actividades en Afganistán por primera vez desde que los talibanes prohibieron a las mujeres trabajar para organizaciones no gubernamentales. La organización agregó en un comunicado “La prohibición impuesta a las trabajadoras de las organizaciones no gubernamentales, además de la crisis humanitaria existente, aumentará las necesidades de la infancia y tendrá un enorme efecto dominó. Significará que menos mujeres y niñas recibirán apoyo esencial; significará que más niñas se verán obligadas a trabajar y casarse. […] Significará que decenas de miles de puestos de trabajo se pondrán en peligro en todo el sector”.