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Activistas de Israel y Palestina están de luto por la muerte de la pacifista canadiense-israelí Vivian Silver, de 74 años, después de confirmarse que fue una de las víctimas fatales del ataque realizado por Hamás el 7 de octubre en el kibutz Be’eri, donde vivía. Anteriormente se pensaba que estaba retenida como rehén. Silver fue una de las fundadoras del Centro Árabe-Judío para la Igualdad, el Empoderamiento y la Cooperación, formó parte de la junta directiva de la organización de derechos humanos B’Tselem y fue miembro activo del colectivo Women Wage Peace (Mujeres por la Paz). La feminista palestina Samah Salaime, amiga y colega de Silver, dice que esta hubiera salido a demandar canales de diálogo para encontrar una solución pacífica al conflicto. “Este es su legado y debe ser nuestra consigna para marchar y luchar después de su muerte”.
Para ver la entrevista completa en inglés, haga clic aquí.
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