En Estados Unidos, el gobernador del estado de Texas, el republicano Greg Abbott, afirmó que fue él quien ordenó el envío de decenas de migrantes a la ciudad de Los Ángeles, una medida que los demócratas calificaron de cruel e inhumana. Esta es la más reciente de una serie de medidas similares que gobernadores republicanos de varios estados del país han tomado en los últimos meses. El miércoles por la tarde, un autobús con 42 migrantes a bordo, incluidos ocho menores de edad, llegó a Los Ángeles, después de haber viajado durante 23 horas desde la ciudad texana de McAllen sin recibir ningún alimento. La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, criticó duramente a Abbott y escribió en un comunicado: “Es indignante que un funcionario electo estadounidense utilice a seres humanos como peones en sus mezquinos juegos políticos”. Eunisses Hernandez, miembro del Concejo Municipal de Los Ángeles, también criticó a Abbott.
Concejala Eunisses Hernandez: “Es obvio que [Abbott] es un funcionario electo que no está suficientemente capacitado para afrontar el momento que atraviesa su estado. Pero no importa, porque la gente de Los Ángeles y de California está más que capacitada para recibir a estas personas [migrantes], ya que Los Ángeles es un lugar y una ciudad que acepta a todo el mundo. Seguiremos impulsando nuestras políticas de santuario para asegurarnos de que las personas migrantes sepan que aquí están seguras, que aquí son bienvenidas. La ciudad de Los Ángeles está habitada por 1,3 millones de migrantes. Ellos son el sistema nervioso, el corazón de la ciudad, y tienen todo nuestro apoyo”.