Los aviones de guerra israelíes continúan atacando tanto Teherán como otras zonas de Irán y el presidente Trump viene enviando señales contradictorias acerca de la posibilidad de que Estados Unidos intervenga directamente en la guerra lanzada por Israel contra Irán. El jueves 19 de junio, la secretaria de prensa de Trump, Karoline Leavitt, leyó un mensaje en el que Trump aclara que decidirá acerca del involucramiento directo de Estados Unidos en el conflicto durante las próximas dos semanas. Leavitt compartió este anuncio tras una reunión que mantuvo Trump con su exasesor Steve Bannon, quien se ha expresado públicamente en contra de la guerra con Irán. Según se informa, Estados Unidos estaría evaluando la posibilidad de lanzar bombas “destructoras de búnkeres” sobre instalaciones nucleares subterráneas iraníes. “Esto trae reminiscencias del comienzo de la Guerra de Irak, cuando decían que sería algo breve y sencillo”, dice William Hartung, investigador senior del centro de investigación Quincy Institute for Responsible Statecraft.
Según una organización de derechos humanos iraní con sede en EE.UU. los ataques israelíes han matado al menos a 639 personas en Irán, mientras que los ataques lanzados por Irán como represalia sobre Israel han provocado unas dos docenas de muertes.
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