El gobernador republicano de Arkansas, Asa Hutchinson, rechazó una “ley de libertad religiosa” que podría avalar la discriminación contra las personas LGTB. Hutchinson había dicho que promulgaría la ley luego de que fuera aprobada por los legisladores estatales. Sin embargo, protestas de la opinión pública, incluidas varias manifestaciones, el reclamo de varios líderes empresariales y la respuesta negativa a una ley similar en Indiana, llevaron a Hutchinson a dar un paso atrás. El gobernador dijo haber solicitado a los legisladores que revisen la medida.
Asa Hutchinson declaró: “Pedí que hicieran cambios a la ley. Y pedí que los líderes de la Asamblea General retiren el proyecto para que pueda ser modificado a fin de reflejar lo dispuesto en la Ley Federal de Libertad y Restauración Religiosa. Se trata del contenido, de hacer que la ley esté bien, y se trata de comunicar al mundo y a nuestros estados vecinos que somos un estado que reconoce la diversidad entre los trabajadores, la necesidad de que no se discrimine, que somos un estado que quiere lograrlo”.
Hutchinson sostuvo que su propio hijo le había pedido que vetara la ley. En una marcha llevada a cabo ante el capitolio estatal, Chad Griffin de Human Rights Campaign dijo que la labor de los activistas no había terminado.
Chad Griffin expresó: “Nuestra tarea no ha terminado y no nos encontramos al final de este camino, no hasta que todos los oriundos de Arkansas, todos los ciudadanos de este estado sean tratados de igual manera ante la ley y accedan a las mismas protecciones que deberían garantizar que las personas LGTB sean amparadas de la discriminación y los acomodos públicos en los lugares de trabajo y en todos los demás lugares donde deberíamos ser amparados como ciudadanos de este estado y de este país”.
La vuelta atrás de Hutchinson tuvo lugar al tiempo que legisladores de Indiana redactaron una nueva ley para “corregir” su propia versión de la ley de “libertad religiosa” anti LGTB. Según el periódico Indianapolis Star, la medida dejaría en claro que “no puede ser utilizada como justificación legal a fin de discriminar a los habitantes en virtud de su orientación sexual”. Sin embargo, continuará eximiendo a las iglesias y organizaciones sin fines de lucro y tampoco incluirá lenguaje que haga de las personas LGTB un grupo protegido.