El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, se sumó a las voces que condenaron la violencia del miércoles en Charlottesville y se expresó en rechazo del “racismo, la intolerancia, el odio y la violencia”. La declaración de Sessions se produjo a pesar de los comentarios racistas que hizo a lo largo de su carrera, incluso supuestamente haber dicho que consideraba que el Ku Klux Klan “estaba bien hasta que descubrí que [sus miembros] fumaban marihuana”. Mientras tanto, Sessions reiteró las amenazas de retener las subvenciones del Departamento de Justicia a las llamadas “ciudades refugio” en las que los oficiales de policía se nieguen a actuar como agentes de facto del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.
El fiscal general, Jeff Sessions, expresó: “Estos policías [de las ciudades refugio] perjudican mucho más al país de lo que se dan cuenta. En el fondo, es un rechazo a nuestras leyes migratorias y una declaración de apertura de las fronteras”.