Tony Evers, gobernador del estado de Wisconsin, convocó el lunes a la Guardia Nacional al continuar por segunda noche consecutiva las protestas desatadas en la ciudad de Kenosha, después de que la policía disparara el domingo contra Jacob Blake, un hombre negro de 29 años que se encontraba desarmado. Un agente le disparó siete veces en la espalda mientras Blake se subía a un automóvil. Sus tres hijos, de 3, 5 y 8 años de edad, presenciaron el tiroteo. Según trascendió, antes de los disparos efectuados por el agente, Blake estaba intentando separar a dos mujeres que peleaban, sin embargo, la policía no ha explicado por qué fue tras él. Blake continuó hospitalizado el lunes en estado grave pero estable. Un grupo de manifestantes desafió durante la noche del lunes el toque de queda impuesto y la policía utilizó gases lacrimógenos contra la multitud. También se realizaron protestas en todo el país, incluida la ciudad de Nueva York.
El gobernador Tony Evers y el vicegobernador Mandela Barnes convocaron a los legisladores estatales a una sesión especial para abordar la normativa sobre violencia policial presentada a principios de año. Estas son palabras del vicegobernador Mandela Barnes.
El vicegobernador Mandela Barnes manifestó: “Esto no fue un accidente, no fue un mal procedimiento policial. Esto parece ser una especie de venganza tomada contra un miembro de nuestra comunidad. Las acciones del agente fueron un intento de quitarle la vida a una persona a plena luz del día. Y como muchos de ustedes, tengo el video grabado en mi mente, así como muchos otros videos anteriores iguales a este. Es un video que hubiera preferido no tener que ver. Pero la ironía no me pasó desapercibida. En realidad, Jacob Blake estaba intentando aplacar una situación en su comunidad, pero el policía que respondió no sintió la necesidad de hacer lo mismo”.
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