El doctor Fowler está siendo demandado por la familia de Anton Black, un joven afroestadounidense de 19 años del estado de Maryland que murió en 2018 en un incidente policial. El joven recibió descargas eléctricas con una pistola Taser, fue inmovilizado boca abajo por el peso de tres policías y un civil blancos mientras luchaba por respirar y finalmente perdió el conocimiento. Black murió en el porche delantero de la casa de su madre, que tuvo que mirar lo sucedido sin poder hacer nada. Después de una autopsia, el doctor Fowler dictaminó que la muerte de Black fue un accidente y nadie fue acusado de ningún delito. La demanda por homicidio culposo sostiene que el doctor Fowler retrasó durante meses la publicación del informe de una autopsia y encubrió la responsabilidad policial por la muerte de Black.
La hermana de Black, LaToya Holley, dijo esta semana: “Es surrealista que dos hombres en lados opuestos del país hayan experimentado casi el mismo trato por parte de dos policías diferentes. En mi opinión, la forma en que el médico forense manejó los resultados de la autopsia de Anton fue indignante. Ahora, ese mismo médico forense es convocado como testigo experto para defender a otro oficial de policía”.