Guardias fronterizos libios han detenido a al menos 80 migrantes que se encontraban exhaustos y deshidratados después de que las autoridades del país vecino de Túnez los detuvieran y los abandonaran en el desierto sin comida, agua y refugio. El grupo de migrantes se encontraba entre los cientos de solicitantes de asilo africanos negros que fueron expulsados por la fuerza desde la ciudad de Sfax hacia la frontera fuertemente militarizada de Túnez y Libia. Los refugiados han enfrentado abusos por parte de las autoridades en ambos lados de la frontera, con relatos de violaciones y agresiones sexuales.
El domingo, el Gobierno de Túnez y la Unión Europea firmaron un acuerdo de “asociación estratégica” mediante el cual se comprometen a tomar medidas enérgicas contra los inmigrantes que intentan cruzar el mar Mediterráneo para buscar asilo en Europa. El acuerdo se produce después de que la Comisión Europea dijera que estaba considerando un paquete de ayuda económica para Túnez por más de 1.000 millones de dólares