
Crece el repudio internacional por la situación de los cientos de activistas internacionales que aún se encuentran en prisión en Israel tras la intercepción y abordaje de los barcos de la Flotilla Global Sumud por parte del ejército israelí. Reuters informa que, de los más de 400 activistas de la flotilla que fueron arrestados, Israel ha deportado a al menos 170. En muchos casos, se están denunciando torturas y malos tratos padecidos bajo custodia israelí. La activista sueca Greta Thunberg dijo a las autoridades suecas que estuvo recluida en una celda infestada de chinches y fue privada de agua y comida. En declaraciones a la agencia de noticias Anadolu, la activista turca Ersin Çelik relató que los guardias “arrastraron a la pequeña Greta de los pelos ante nuestros ojos, la golpearon y la obligaron a besar la bandera israelí”.
Nos acompaña el periodista palestino-británico Kieran Andrieu, quien recientemente fue deportado al Reino Unido, tras su detención a bordo de un barco de la Flotilla Global Sumud. Andrieu señala que los y las activistas padecieron condiciones de tortura en las cárceles israelíes. “Tiraban los medicamentos de las personas en un contenedor frente a sus ojos y se reían en sus caras”, dice. “Fueron total y absolutamente insensibles a la posibilidad de que cualquiera de nosotros muriera”.
Para ver la entrevista completa en inglés, haga clic aquí.


















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