El Gobierno de Trump ha cerrado la Oficina de Investigación y Desarrollo, el área científica de la Agencia de Protección Ambiental (EPA). Cientos de especialistas en química, biología, toxicología y otras disciplinas científicas perderán sus empleos con este agresivo plan del Gobierno para desmantelar las regulaciones ambientales y desfinanciar la EPA. Jennifer Orme-Zavaleta, exadministradora de alto rango de la Oficina de Investigación y Desarrollo, explica que el cierre de la división significa la pérdida de servicios esenciales como el monitoreo de la calidad del aire y el agua que protege la salud pública. “Estamos perdiendo un tesoro de conocimiento histórico y experiencia científica, lo que realmente va a restringir la disponibilidad de información y conocimiento científico que la agencia puede tomar en consideración para la protección de nuestra salud y nuestro medio ambiente”, señala Orme-Zavaleta.
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