
Desde la sala de prensa de la Casa Blanca, el presidente Trump anunció la intervención y la federalización de las fuerzas policiales de Washington D.C. y pintó un panorama sombrío de la capital de Estados Unidos, con referencias a, por ejemplo, “turbas errantes de jóvenes salvajes”. Estas imágenes se contradicen con los datos estadísticos sobre la delincuencia en la ciudad que muestran que, en enero pasado, Washington D.C. tuvo los índices de delitos violentos más bajos de los últimos 30 años. Khalil Gibran Muhammad, profesor de estudios afroestadounidenses y asuntos públicos en la Universidad de Princeton, plantea que la medida tomada por Trump es consistente con el “uso de la retórica racista, las ideas racistas y del control policial para ejecutar su agenda en política nacional”.
“Este es un hombre que de manera persistente ha usado a las personas negras y de color como chivos expiatorios para obtener celebridad o capital político. Y ahora, en su segundo mandato como presidente, está implementando una agenda autoritaria”, dice Muhammad.
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