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En diciembre, Democracy Now! estuvo en Calais, ciudad donde se encuentra el mayor campo de refugiados de Francia. Entre seis y siete mil personas acampan en tiendas improvisadas. Su objetivo es llegar a Gran Bretaña y todas las noches algunas de ellas se disponen a lo largo de la ruta que conduce al túnel del Canal, para tratar de saltar a los camiones, entrar o permanecer en la parte superior de estos y así cruzar a Gran Bretaña. Conocimos a Majd, un sirio de 21 años de edad, una de miles de personas varadas en ese campamento. Majd cuenta cómo un sudanés llamado Joseph murió hace poco atropellado por un auto en la autopista. Mientras estábamos en el lugar, los acampantes protestaron porque la policía no había detenido al conductor, con carteles que decían “Somos humanos, no perros” y “¿Qué deben hacer los sobrevivientes de las guerras para vivir en paz?”. Esto se produce en momentos en que el mundo enfrenta el mayor éxodo de gente desde la Segunda Guerra Mundial. La ONU pidió $20 mil millones de dólares en concepto de ayuda monetaria adicional, al afirmar que con los niveles de financiamiento actuales la ONU no “puede proporcionar ni siquiera el mínimo de protección básica ni asistencia de socorro”. Funcionarios de la ONU mencionaron las guerras en Siria, Afganistán, Irak, Yemen y Sudán del Sur como una de las principales razones por las que hay casi sesenta millones de personas desplazadas a la fuerza en todo el mundo. La mayor comunidad de desplazados está compuesta por cuatro millones de refugiados sirios que huyeron de su país por el actual conflicto.
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