El sábado en la ciudad portuaria francesa de Calais, la policía lanzó gases lacrimógenos y utilizó cañones de agua contra refugiados y otras personas que los apoyaban, mientras el Gobierno francés presiona para avanzar con sus planes de cerrar el campamento de refugiados conocido como “La Jungla”. Unos 200 refugiados y 50 manifestantes que los apoyaban protestaron por las desesperantes condiciones que se registran en el campamento, que alberga a unas 7.000 personas que huyen de la guerra y la pobreza. Algunos de los manifestantes izaron banderas británicas y pidieron al Gobierno de Reino Unido que acepte más refugiados. Las siguientes son palabras de uno de los solicitantes de asilo.
Un solicitante de asilo no identificado dijo: “Abran las fronteras de Reino Unido, permitan ingresar. Esa es la solución política. En Francia no hay solución política y denunciamos ese hecho”.