El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, continúa su histórico viaje a Laos –la primera visita a ese país de un presidente estadounidense en funciones–, pese a que hasta ahora se ha negado a emitir una disculpa formal por la campaña secreta de bombardeo estadounidense en Laos durante la guerra de Estados Unidos en Vietnam. Entre 1964 y 1973, Estados Unidos arrojó un promedio de ocho bombas por minuto en Laos, incluyendo unos 270 millones de bombas de racimo. Las autoridades de Laos afirman que aproximadamente un tercio de estas bombas no explotó hasta el momento. El presidente Obama prometió 90 millones para ayudar a Laos a retirar las bombas estadounidenses que aún no han detonado.
Obama expresó: “Durante todos esos años, en las décadas de 1960 y 1970, la intervención de Estados Unidos aquí en Laos era un secreto para el pueblo estadounidense, que estaba apartado por grandes distancias y el océano Pacífico, y no había internet, y la información no fluía tan fácilmente. Para el pueblo de Laos, obviamente, esta guerra no era un secreto. A lo largo de casi una década, Estados Unidos arrojó más bombas sobre Laos que Alemania y Japón durante la Segunda Guerra Mundial. Se arrojaron unos 270 millones de bombas de racimo en este país”.