El presidente Donald Trump viajó a Utah el lunes, donde anunció planes para realizar el mayor desmantelamiento de la protección de tierras federales en la historia de Estados Unidos. El plan busca reducir en un 80% el Monumento Nacional de Bears Ears, de unas 526.000 hectáreas, y dividirlo en dos áreas diferentes. Trump también reduciría en un 50% el Monumento Nacional de Grand Staircase-Escalante de Utah, de casi 770.000 hectáreas. Estos monumentos nacionales fueron designados bajo la centenaria Ley de Antigüedades, destinada a proteger sitios sagrados, artefactos y objetos históricos. Trump criticó esta ley el lunes.
Donald Trump expresó: “Los vínculos eternos que ustedes tienen con la naturaleza no deben reemplazarse con los caprichos de los reguladores a miles y miles de kilómetros de distancia. Ellos no conocen sus tierras y, realmente, no les importan sus tierras como a ustedes. Pero de ahora en adelante, eso no va a importar. He venido a Utah para tomar una acción muy histórica para revertir la extralimitación federal y restaurar los derechos de esta tierra a sus ciudadanos”.
La medida de Trump causó indignación entre los ecologistas. Miles de ellos marcharon el lunes por las calles de Salt Lake City, donde la policía antidisturbios los alejó de una reunión entre Trump y los líderes de la iglesia mormona. Las protestas se produjeron al tiempo que cinco tribus indígenas norteamericanas presentaron una demanda contra el presidente Trump, el secretario del Interior, Ryan Zinke, entre varios funcionarios, en un intento de detener el desmantelamiento de las protecciones a las tierras. Visite democracynow.org/es para ver más información sobre la lucha por los patrimonios nacionales.
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