El miércoles hubo protestas en todo Estados Unidos contra la decisión del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de autorizar la construcción del polémico oleoducto Dakota Access, valuado en 3.800 millones de dólares. La empresa encargada de la construcción del oleoducto, Energy Transfer Partners, afirmó que comenzará a trabajar inmediatamente luego de obtener el permiso final. Cientos de personas se congregaron frente a la Casa Blanca en Washington DC para protestar contra el proyecto, que muchos temen que contaminará el río Missouri, fuente de agua potable para millones de personas. Se congregaron multitudes en Los Ángeles, Manhattan, Denver y San Francisco, donde una decena de personas fue arrestada mientras intentaban impedir el paso en la puerta del Edificio Federal. Además hubo protestas en Ithaca, Nueva York; Columbus, Ohio; y en Chicago, donde cuatro personas fueron arrestadas luego de encadenarse para impedir el paso a una sucursal de Citibank como protesta por sus inversiones en el oleoducto. Muchos de los manifestantes se mostraron furiosos no solo por la aprobación del oleoducto por parte del gobierno, sino por las afirmaciones recientes del presidente Donald Trump, quien dijo que nadie había llamado a la Casa Blanca para expresar su rechazo al proyecto.
El presidente Donald Trump dijo: “Como saben, aprobé dos oleoductos que estaban estancados en el limbo hace mucho tiempo. Ni siquiera creo que haya sido polémico. Ya sabe, los aprobé, y ni siquiera recibí una llamada en contra diciendo: 'Lo que usted ha hecho es terrible'. Ni una llamada”.
Como han informado varios medios, la Casa Blanca cerró su línea telefónica de comentarios de la población tras la asunción de Trump. Sin embargo, cientos de miles de personas han escrito declaraciones que denuncian el proyecto desde que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército abriera el período de comentarios de la población a fines de enero. El miércoles, un grupo de veteranos y protectores del agua indígenas entregaron versiones electrónicas de más de 200.000 de estos comentarios a la oficina del Cuerpo de Ingenieros del Ejército en Manhattan. Mientras tanto, el concejo municipal de la localidad de Davis, California, votó por unanimidad la retirada de 124 millones de dólares en servicios bancarios municipales que tenía invertidos en Wells Fargo, debido a la preocupación que genera el respaldo de este banco al oleoducto.