“Parece que hubiera estallado una bomba”. De esta forma un trabajador de búsqueda y rescate describió la devastadora catástrofe que provocó el huracán Michael, la tormenta de categoría 4 que causó la muerte de al menos seis personas y arrasó comunidades enteras en el estado de Florida, en el sureste de Estados Unidos. Se trata de la tercera tormenta más poderosa que jamás haya golpeado el territorio continental de Estados Unidos, y los meteorólogos señalan que cobró mayor intensidad al tomar contacto con las aguas del Golfo de México, debido a que estas presentan una temperatura mayor de la normal. Algunas de las comunidades costeras de Florida, como Mexico Beach, fueron completamente arrasadas y muestran un panorama desolador con numerosas casas destruidas y botes de pesca que fueron arrojados a tierra por el viento, que alcanzó los 250 kilómetros por hora. Las siguientes son palabras de Emily y Elizabeth Hansen, dos residentes de Mexico Beach.
Emily Hansen afirmó: “Es verdaderamente devastador. Todos los que conocimos perdieron su casa. Todos. Y sus empleos”.
Periodista: “¿Ustedes evacuaron?”
Elizabeth Hansen: “No, nos quedamos. Nos quedamos en nuestra casa. Fue terrible. Fue aterrador. Perdimos nuestra chimenea”.
Emily Hansen: “Así que sufrimos algunos daños por inundación en toda la casa”.
El jueves, el huracán Michael fue degradado a la categoría de tormenta tropical mientras atravesaba los estados de Carolina del Norte y Carolina del Sur, en la costa este. Además, tanto en Alabama como en Georgia, las Carolinas y Virginia se declaró estado de emergencia. Visite democracynow.org/es para acceder a nuestra cobertura completa del huracán Michael y su vínculo con el cambio climático.
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