El Departamento de Justicia acusó a siete agentes rusos de conspirar para hackear las computadoras de los funcionarios encargados de realizar controles antidoping que revelaron masivas trampas por parte de los atletas, y respaldadas por el Estado, previo a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. El fiscal estadounidense Scott Brady afirmó el jueves que los siete agentes están vinculados con el Departamento Central de Inteligencia rusa (GRU, por su sigla en ruso), y que intentaron hackear otros objetivos.
El fiscal estadounidense Scott Brady declaró: “Atacaron Westinghouse, una compañía basada en energía nuclear en Pittsburgh, Pensilvania, que proveía de combustible nuclear a Ucrania. Atacaron a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, que estaba investigando el uso de armas químicas en Siria y el envenenamiento de un ex oficial del GRU y de su hija en el Reino Unido. Y atacaron al laboratorio suizo que analizó el agente nervioso utilizado en dicho envenenamiento”.