En el estado de Florida, en Estados Unidos, se inició el recuento de votos de las recientes elecciones de mitad de período, en las que estaban en juego un escaño en el Senado estadounidense y el puesto de gobernador. En las elecciones para el Senado, la ventaja del actual gobernador republicano Rick Scott sobre el demócrata Bill Nelson, quien ocupa actualmente el cargo, se redujo a solo 0,15 puntos porcentuales. En el condado de Broward, el segundo más poblado de Florida, los bajos índices de votación causaron inquietud, ya que, aparentemente, para las elecciones al Senado votaron unas 25.000 personas menos que para las elecciones a gobernador. Algunos sostienen que esto puede deberse al diseño confuso de las papeletas o a desperfectos en las máquinas que cuentan votos. En los comicios para el puesto de gobernador, el republicano Ron de Santis supera al demócrata Andrew Gillum por 0,41 puntos porcentuales. Tanto el presidente Donald Trump como el gobernador republicano del estado sostienen, sin evidencia, que los demócratas están llevando a cabo un fraude electoral generalizado. Estas son las palabras del demócrata Andrew Gillum, quien respondió a esas acusaciones el domingo desde una iglesia en Fort Lauderdale.
Andrew Gillum dijo: “El gobernador presentó otra demanda para intentar impedir que los votos contados ayer en el condado de Broward se sumen a la cifra total. Estos son votos legales. Estos votos emitidos son legales, y estamos ahora mismo en el tribunal luchando para que sean contabilizados”.
Inicialmente, Gillum había reconocido la derrota en la noche de las elecciones, pero se retractó cuando el margen con su oponente se redujo. Se espera que el recuento de los votos en Florida finalice el jueves.