En el estado de Georgia, la candidata demócrata Stacey Abrams puso fin a su intento de convertirse en gobernadora de Georgia y en la primera mujer afroestadounidense en ocupar un puesto de gobernadora en Estados Unidos. La derrota de Abrams a manos del republicano Brian Kemp puso fin a una de las contiendas más observadas y reñidas de las elecciones de mitad de período que tuvieron lugar días atrás. La contienda se vio empañada por las acusaciones generalizadas de intentos de suprimir votos llevados a cabo por Brian Kemp, quien ocupaba el cargo de secretario de Estado de Georgia hasta que renunció, justo después de las elecciones de mitad de período. Al ser entrevistada por reporteros, Abrams se rehusó a conceder una victoria “legítima” de Kemp. Estas son las palabras de Abrams al anunciar el fin de la contienda, el viernes.
Stacey Abrams declaró: “Los críticos y fervientes partidarios interpretarán mis palabras como un rechazo al orden normal. Se supone que debería decir palabras bonitas y aceptar mi destino. Van a protestar y a decir que no debería aprovechar este momento para resumir todo lo que se hizo mal y exigir una solución. Como líder, debería mostrarme estoica ante mi indignación y mantenerme en silencio en lugar de hacer reproches. Pero el estoicismo es un lujo, y el silencio es un arma para aquellos que acallarán la voz del pueblo. Y no reconoceré la derrota, porque la erosión de la democracia no es algo bueno”.
Abrams anunció el viernes que demandará al estado de Georgia por su “pésima administración” de las elecciones de mitad de período. También lanzó la iniciativa Fair Fight Georgia [“Contienda justa en Georgia”, en español], en un esfuerzo por continuar su lucha por la integridad electoral y contra la supresión de votos.