El gobierno israelí inició un plan de deportación en masa que apunta a expulsar de Israel a hasta 40.000 africanos solicitantes de asilo. La mayoría de ellos son refugiados de Eritrea y Sudán que huyeron de la guerra o de la persecución, si bien el primer ministro israelí los calificó de “infiltrados”. El domingo, el gobierno israelí comenzó a distribuir notificaciones en las que advierte de que serían encarcelados si no dejan el país en un plazo de dos meses. Las siguientes son las palabras de tres refugiados de Eritrea que fueron notificados.
Marawi Zoude: “Si no regreso a Ruanda o a Eritrea dentro de dos meses, 60 días, me llevarán a la cárcel de manera forzada”.
Halofom Sultan: “Yo elegiré, no tengo opción, pero elegiré dejarme llevar a la cárcel si así lo deciden, porque al menos en la cárcel seguiré con vida”.
Afoworki Kidane: “Esos países no son seguros para mí. Vine aquí para salvar mi vida, así que lo que elijo ahora es quedarme en la cárcel”.