La visita de Recep Tayyip Erdogan a Estados Unidos se produce en medio de la condena internacional a la reciente ofensiva turca en el norte de Siria, que Turquía lanzó después de que Donald Trump retirara abruptamente las tropas estadounidenses de la zona, allanando el camino para el ataque. Al hablar junto a Erdogan desde el Despacho Oval, Trump dijo el miércoles que las únicas tropas estadounidenses que quedaban en el este de Siria estaban allí para proteger el petróleo.
Donald Trump dijo: “Estamos cuidando el petróleo. Tenemos el petróleo. El petróleo está seguro. Dejamos a las tropas allí solo por el petróleo”.
Trump también afirmó que había hablado con las Fuerzas Democráticas Sirias, lideradas por los kurdos, quienes, según él, estaban “muy satisfechas” con el cambio en la política de Estados Unidos. La afirmación fue directamente desmentida por el comandante de estas fuerzas, Mazloum Abdi, quien tuiteó “Durante la reunión entre Erdogan y Trump, las fuerzas turcas lanzaron feroces ataques contra la ciudad predominantemente cristiana de Til Temir, causando el desplazamiento masivo de los residentes, en una clara violación del acuerdo de alto el fuego”.