Un juez federal ha anulado la llamada “regla de conciencia” impulsada por el Gobierno de Trump, que habría permitido a los trabajadores de la salud negarse a ofrecer atención médica a los pacientes, incluida la realización de abortos, si los procedimientos entraban en conflicto con las creencias religiosas particulares de los trabajadores de la salud. La regla también habría permitido a los trabajadores médicos negarse a derivar a los pacientes a otros proveedores de atención médica que pudieran llevar a cabo los procedimientos. La regla, que ahora se ha invalidado, es parte del esfuerzo más amplio del Gobierno de Trump para limitar el acceso al aborto.
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