En México, están surgiendo nuevos detalles sobre la masacre de la familia mormona de ciudadanía estadounidense-mexicana perpetrada en el estado norteño de Sonora. Tres mujeres y seis menores fueron asesinados cuando hombres armados emboscaron sus camionetas mientras circulaban por la carretera. Expertos han determinado que las municiones utilizadas en el ataque fueron producidas en Estados Unidos por el fabricante estadounidense de armas Remington. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, anunció que está poniendo en marcha una investigación. La campaña de López Obrador se basó en la promesa de poner fin a la guerra contra las drogas respaldada por Estados Unidos en México y mejorar la seguridad; no obstante, este año la tasa de homicidios está en camino de alcanzar un nivel récord, lo que pone en riesgo el apoyo público a la estrategia a largo plazo instaurada por el presidente de reducir la violencia perpetrada por los carteles a través de programas sociales y educativos. Estas son las palabras de Julian LeBarón, miembro de la comunidad mormona estadounidense-mexicana.
Julian LeBarón afirmó: “Toda la familia quiere saber exactamente quiénes fueron los atacantes y por qué lo hicieron. Y no queremos que el Gobierno manipule los hechos y no queremos mentiras. Durante la conferencia de prensa de la mañana de ayer dada por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, el Gobierno salió a decir que las víctimas se encontraban en medio de un fuego cruzado, pero ni siquiera tienen los hechos de lo que sucedió. Nosotros, la familia, arribamos a la escena del crimen antes de que llegaran los miembros de la fiscalía de Sonora, que ni siquiera se presentaron, y fiscales del estado de Chihuahua, lo mismo. Vivimos en una zona donde los delincuentes hacen lo que quieren y las autoridades ni siquiera defienden a las mujeres o los niños”.
En México ocurren en promedio 100 asesinatos por día. Seis de los menores heridos en el ataque están recuperándose en un hospital de la ciudad de Tuscon.
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