Tras haber causado una indignación internacional generalizada, el sultán de Brunéi anunció que no implementará nuevas leyes para restablecer la pena de muerte en los casos de delitos relacionados con la moral, entre ellos la homosexualidad y el adulterio. Las leyes entraron en vigencia el mes pasado; no obstante, Brunéi extenderá su moratoria sobre la pena de muerte, vigente desde 1957. El sultán también se comprometió a ratificar la Convención de la Organización de las Naciones Unidas contra la Tortura. La reacción global incluyó un boicot a los hoteles de lujo propiedad del sultán, que contó con el respaldo de varias celebridades.
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