El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se encuentra en el Reino Unido para una visita de Estado en medio de una oposición tanto pública como política. Poco antes de la llegada de Trump, el alcalde de Londres, Sadiq Khan, criticó fuertemente al presidente estadounidense y a la bienvenida de alfombra roja ofrecida por el Gobierno británico, comparando a Trump y a otros jefes de Estado de extrema derecha con líderes fascistas del siglo XX. En un artículo de opinión para el periódico The Guardian, Khan, el primer alcalde musulmán de Londres, señaló la política de separación de familias migrantes establecida por Trump y en su defensa de las movilizaciones de supremacistas blancos ocurridas en 2017 en la ciudad de Charlottesville, así como en la prohibición de ingreso a Estados Unidos impuesta a países de mayoría musulmana.
En una entrevista con el periódico The Sunday Times previa a su visita, Trump sostuvo que el Reino Unido debería negarse a pagar los casi 50.000 millones de dólares de la factura por el Brexit, y “retirarse [de las negociaciones]” si no obtienen lo que quieren de la Unión Europea en el polémico acuerdo. Asimismo, Trump afirmó recientemente que el ex ministro de Relaciones Exteriores Boris Johnson sería un “excelente” reemplazo para la primera ministra Theresa May, quien se prevé que abandone el cargo al final de la semana tras renunciar por no haber logrado la aprobación de un acuerdo en el Parlamento sobre el Brexit.
Trump y Melania, la primera dama, fueron recibidos hoy en el Palacio de Buckingham por la reina Isabel y el príncipe Carlos. La duquesa de Sussex, Meghan Markle, no se encontraba presente. Durante una entrevista con el tabloide The Sun, Trump se refirió a Markle como “desagradable”, tras haberse enterado de que la duquesa se opuso en 2016 a su candidatura a la presidencia, llamándolo “misógino” y “divisivo”. Trump negó haber hecho el comentario sobre Markle, que es afroestadounidense. No obstante, la propia campaña de reelección de Trump publicó una grabación y transcripción de la entrevista, exponiendo que Trump sí se refirió a ella como “desagradable”.
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