En Estados Unidos, cientos de manifestantes de extrema derecha tomaron el sábado las calles de la ciudad de Portland, en el estado de Oregón, en una manifestación que denominaron “Poner fin al terrorismo doméstico”. Sin embargo, fueron superados en número por contramanifestantes que se congregaron en toda la ciudad mientras la policía escoltaba a miembros de Proud Boys, Patriot Prayer y otras agrupaciones de derecha a través de uno de los principales puentes de la ciudad. A lo largo del día, la policía puso bajo arresto a 13 personas y confiscó diversas armas; no obstante, los eventos de la jornada evitaron en buena medida “el peor de los casos” para el que la ciudad estaba preparada, de acuerdo a lo manifestado por el alcalde de Portland, Ted Wheeler. Uno de los organizadores de la manifestación, Joe Biggs, expresó ante la prensa que el evento fue un éxito, señalando el reconocimiento manifestado por Trump, y afirmando: “Vayan a ver el Twitter del presidente Trump. Habló sobre Portland, dijo que está vigilando a Antifa. Eso es todo lo que queríamos. Queríamos atención nacional, y la conseguimos. Misión cumplida”.
A comienzos del día, Trump tuiteó: “Se está considerando principalmente nombrar a ANTIFA como ‘ORGANIZACIÓN TERRORISTA’. Portland está siendo vigilada muy de cerca. ¡Esperemos que el alcalde pueda hacer su trabajo correctamente!”.
Estas son las palabras de un portavoz del grupo Rose City Antifa hablando durante las protestas enfrentadas que tuvieron lugar el sábado.
“Felix” afirmó: “Rechazamos absolutamente el rótulo de terrorismo interno. Los antifascistas no son terroristas internos. Somos quienes nos ponemos de pie por nuestra comunidad y la defendemos de personas que quieren perjudicar gravemente a nuestra comunidad”.
Varios políticos pertenecientes al Partido Republicano han reclamado que se reconozca a Antifa como una organización terrorista. Un memorando republicano del Congreso obtenido por el periódico Tampa Bay Times se refiere a Antifa como una agrupación violenta responsable de violencia con armas de fuego, a pesar de que ninguna muerte ha sido atribuida a los manifestantes de Antifa. El FBI halló que la mayoría del terrorismo doméstico en Estados Unidos es causado por supremacistas blancos.
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